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Woodstaco 2020

Woodstaco 2020

La 12a versión del festival se desarrolló por segunda vez en Parral, camping El Trapiche. Esto, como siempre, implica un filtro a todos los que viven más lejos, y a la vez motiva a los que conocen el festival hace años a movilizarse. Woodstaco es como un gran secreto, que se cuenta entre amigos, como una picá familiar, que se llega solo por el dato, ya que la gracia es que venga más gente para así poder disfrutar entre todos de este espectacular festival veraniego.

Desde temprano comienza a llegar la gente, a buscar un espacio en el camping, quedar cerca de todo: baños, agua, sombra, comidas. Se ve en sus caras la expectación y el calor que hace en Parral. Cuatro hermosos escenarios, hechos a mano, decorados para la ocasión.

Woodstaco 2020

Woodstaco 2020

Partimos con el más tradicional: Rock. Potente, prendiendo a la gente, haciéndolos saltar, gritar y moshear, la primera banda que me tocó presenciar fue Tantos Otros Todavía (Concepción). Un lujo de agrupación, con poder y una formación tradicional en los instrumentos.

Luego, una banda de consagrados como es The Ganjas pusieron la cuota de notas con cadencia, para mover el cuello, cabecear o lo que te da la gana; una hora de show impecable que muestra la experiencia y dominio sobre el escenario. Pausa entre banda y a continuación Solteronas en Escabeche. El sonido del bajo latiendo a todo pulso, guitarra y vos, junto con la batería, volvieron a cautivar a todos. Entre dentistas y carniceros, colocaron expresión a su genial música.

Una banda que muchos esperaban fue Pentagram, y la verdad es que las ganas fueron muy bien recompensadas. Agrupación clásica en años y formación musical dieron un show vibrante, lleno de maldito rock, de sonido potente y malvado, para que el público enloqueciera en el mosh. Un show a la altura del metal chileno. Cambiando de ritmo, y pasando al ska, Sonora de Llegar y Libertá pusieron a bailar, a levantar polvo, a hacer pogo y bailar ska la tarde del sábado.

Woodstaco 2020

Woodstaco 2020

En Enjambre, el escenario a cargo del colectivo del mismo nombre, consolida una mística y estilos únicos dentro del festival. En medio del bosque sonaron muchísimas bandas, con un sello puesto en las mujeres y en mezclar varios ritmos de beats, cumbia, electro y bailables. Reptilians Beats, compuesta solo por mujeres, fue un genial y emocionante descubrimiento. Con percusiones, sintetizadores, voz y consignas a favor del feminismo, pusieron a bailar a toda la gente avisando que la huelga va y que se debe seguir poniendo énfasis en tener escenarios con más mujeres.

Siguiendo el movimiento, La Culebrera también hizo delirar al público. Letras con sentido, mensajes claros y potentes da para que uno también pueda pensar y disfrutar al mismo tiempo. Cerrando la noche, Cydtronic pasó por varios estilos con su torna dando a conocer su manejo en las perillas. Excelente respuesta de un público que a las 4 de la mañana todavía tuvo energía para seguir disfrutando.

Woodstaco 2020

Woodstaco 2020

Este escenario tenía dos animadoras que iban contando y poniendo en contexto las bandas. Así fue llamada al escenario Pascuala Ilabaca & Fauna con una presentación espectacular, destacando el rojo de la banda que anunció toda la energía que tiene la cantautora. Ritmos y sonidos vibraron con el entorno natural y la alegría de la gente, un show magnífico de apreciar y disfrutar. En ese mismo nivel estuvo Bronko Yotte tirando rimas, líricas punzantes y beats que hacen vibrar.

Blesstaco volvió y se ubicó justo al lado de la laguna, todo un privilegio para ver el agua, bañarse y escuchar. Ahí estuvo el gran Tata Barahona con su trova de feria persa, sus helao’ a 100, ‘La mejicana’ y por su puesto la rabia, ya que la música, el festival y el hecho de hacer comunidad es algo político en su forma y fondo, y las consignas van saliendo a través de la música y los gritos del público.

Woodstaco 2020

Woodstaco 2020

Terminando el escenario, los Djs animan a los madrugadores dándole al bajo para mantener las pulsaciones y aguantar las rodillas, ya que en este festival se camina harto, se baila mucho y cada momento se disfruta de manera verdadera, con pasión y respeto por el del lado.

Datos y anécdotas al cierre del festival: se tiene que agradecer a toda la producción. De verdad es un festival que funciona, atrae y mantiene a su público. La disposición de la gente, los diversos y variados colectivos que trabajan en que todo salga genial y deslumbrante; las intervenciones artísticas, los talleres que se realizan, que vaya toda la familia con un escenario totalmente dedicados (Woodstaquitos), el cumplimiento de horarios, sonido acorde,luces, el reciclaje de la basura, el respeto por la naturaleza y también importante el respeto y cuidado entre los asistentes, cuidan este espacio para que podemos seguir disfrutando de tres días de música y comunidad.

Por Javier Bustos Vera
Fotos: Javiera Perez